Amritapuri, 25 de febrero de 2016

 

 

• EL VIAJE

Mi tercer viaje a India ha sido un proyecto no planificado. Lo decidí a 10 días vista, sobre la marcha, siguiendo una necesidad bastante visceral.

A pesar de la dificultad de coger 15 días de vacaciones en pleno mes de febrero, sentía en mí una fuerza muy potente que me empujaba a venir aquí.

Como una carrera de obstáculos se presentaba el viaje de ida, con muchas vallas que saltar. Tremenda odisea de 41 horas entre Santa Justa y Amritapuri. El camino estuvo lleno de piedras.

AVE a Madrid, me alojé en un hotelito en Barajas, que parecía de la resistencia, de escondido que estaba. BBC Rooms, un sitio nuevo, cuidado, pero que pese a los esfuerzos, no deja de ser un piso reformado con ambiente un poco claustrofóbico. La amabilidad de la señora que me recibió con una sonrisa y todo tipo de información, compensaron el aparatoso camino hasta allí. Cada día odio más el metro de Madrid, o más bien, su interminable e inhumana línea 1.

Bus a la T1 de Barajas, bien temprano, con un frío de mil demonios mientras lo esperaba, y por fin aeropuerto. Cola interminable para facturar en ETIHAD, más espera en la puerta de embarque (salió con retraso). Vuelo agradable, a diosa gracias me sentaron en pasillo en el tramo a Abu Dahbi, y en ventana en el de Bombay.

El vuelo continuaba hasta Trivandrum, pero al tener una parada en Bombay de 10 horas, me aconsejaron pernoctar allí, y fue una sabia decisión. Hotel Transit, suficiente. Primer touch of India. Vinieron a buscarme al aeropuerto (terminal internacional) y me llevaron después (doméstico). Una de las rutas estaba incluida, la otra se paga aparte.

Siempre me asombra de India la cantidad de gente que hay en todos lados, lo que hace que existan ocupaciones que en España son impensables. Por ejemplo, aquí en los baños hay quien te ayuda con el papel, y luego el jabón y la toalla para secarte. Amazing.

 

• KERALA Y AMRITAPURI

Me recibe Kerala con un sol maravilloso, verde como solo es ella, cuajada de cocoteros y de hombres con pañuelos por falda (doty), y letreros de bellísimas mujeres portando los saris más preciosos. Recuerdo hacer visto esos mismos letreros hace 4 años y quedar fascinada.

 

Por algo Kerala es considerado uno de los estados más desarrollados de India, con un nivel de población alfabetizada entre los más altos del mundo, y un desarrollo económico y social muy por encima de la media India. También fue uno de los estados pioneros en obtener el derecho de voto de la mujer, y tiene universidades y escuelas muy punteras. De hecho, la universidad de AMRITAPURI es la universidad privada número 1 en India, según llevan a gala en un cartel a la entrada del hospital. Pero me estoy adelantando…

Kerala fue la entrada de muchos pueblos en India, los romanos en la antigüedad ya comerciaban con esta tierra bendecida por una riqueza natural única: las especias. Su joya, la pimienta, fue objeto de tráfico de oriente a occidente durante muchos siglos por tierra, y a partir de que los portugueses abrieran la ruta marítima en el siglo XVI, también por el mar. Luego los holandeses y los ingleses quisieron hacer su agosto, todos pueblos que fueron forjando el carácter abierto y cosmopolita de estas gentes.

Llegando en avión puede claramente apreciarse que no asimilaron, sin embargo, la influencia de planificación urbanística de cuadrículas romanas, o inglesas. Como en cualquier otro lugar en India, la disposición de las viviendas es un tanto caótica. Pero, qué esperar de un país con más de 1000 millones de habitantes! Como decimos en mi tierra, aquí hay gente por castigo!

Me recogió un taxi sobre las 14:00, y condujo unas tres horas hasta llegar al ashram. Llegué en un momento de mucha calma, lo cual agradecí.

La impresión que me llevé fue ambigua. Tenía mucha ilusión por saber cuál iba a ser mi lugar de recogimiento las siguientes 2 semanas. Y tenía temor a decepcionarme, ya que tiendo a idealizar situaciones, y era consciente de mis grandes expectativas. La impresión fue pues bastante chocante. Me disgustó el entorno, con grandes edificaciones , dos enormes torres de apartamentos, muy a lo indio, todo demasiado abigarrado, sin espacios abiertos. Pero me sedujo el ambiente, la atmósfera de paz, las sonrisas de la gente que me iba cruzando.

 

Y entonces llegó mi amiga Ana, y a partir de entonces, y durante los siguientes tres días en los que coincidimos, fue mi ángel de la guarda. Fue perfecto porque para cuando se hubo ido, yo ya me sentía allí como Pedro por su casa.

Ana lleva yendo continuamente, y viviendo por algunos periodos de tiempo en Amritapuri, y fue ella quien me recomendó este sitio como perfecto para mis propósitos (depuración y reflexión). A Ana la conocí en Bruselas hace la tira de años ya, y es una de esas almas inquietas de las que tanto se puede aprender. Tiene un blog! «sin las nubes no sería lo mismo». Merece la pena leerlo!

Me explicó cómo hacer un PANCHAKARMA, los distintos tratamientos, los tiempos, los alimentos, me indicó donde estaban los grifos de agua potable, donde comprar los cocos, donde hay baños comunitarios, la tienda ecológica, el ayurveda Center de la playa, la cantina occidental, qué platos se pueden pedir … Me enseñó el laberíntico mundo del Ashram, pequeña ciudad de unas 2000 almas que vive en perfecta armonía y paz.

 

• VIDA EN EL ASHRAM

Que alguien te sirva de guía aquí se agradece mucho. Aunque haya muchos extranjeros asentados, que le aportan un nivel de organización muy anglosajón. Se nota incluso en la comida. Se puede elegir entre cantina india, comedor indio, café occidental y comedor occidental. Los comedores ambos ofrecen un menú. La cantina y el café, diferentes platos en desayuno, comida y cena. El comedor indio es el único gratuito, lo demás es de pago, aunque con los precios que tienen, verdaderamente merece la pena si no se quiere tomar pique. Yo gasto unas 80 o 100 rupias en cada comida. La rupia me la han cambiado a 75 por cada euro, así que por poco más de un euro como divinamente.

Un ejemplo de menú occidental, el de hoy: crema de zanahoria con cilantro y salsa de yogurt; vegetales (remolachas , calabaza y zanahorias, y garbanzos) salteados con romero; y pan integral casero.

Ayer pusieron una minestrone con una pintaza, pero tenía patatas y yo no puedo comerlas en el PANCHAKARMA .

Por otro lado, mi habitación es tan espartana como puede imaginarse en un monasterio: un estrecho colchón de sky en el suelo, dos sillas de plástico, y en el váter un cubo y una jarrita. Hay también una cocinita, pero no la uso. Pago 500INR al día ( unos 7€) porque es para mí sola, si no sería la mitad! ( me he permitido ese pequeño derroche ; )). Las vistas desde la planta 12 donde está mi cuarto, son espectaculares!

 

• EL TRATAMIENTO

El tratamiento, claro!
Pues llegué un domingo, el lunes me vio la médico, el martes me hice la analítica y el miércoles fue mi día 1. Como durará 7 días, el miércoles próximo será el día 8, que será la purga.

Los 7 días de tratamiento me están aplicando masajes de aceites medicinales ayurvédicos, y un segundo tratamiento que se llama Shirodara. Este último es dejar que un chorro de aceite caliente caiga sobre tu frente durante unos 40 minutos, mientras te recitan mantras, eso sí. Es muy relajante.

En el hospital también me están haciendo otros dos tratamientos ayurvédicos , pero esos no entran en el PANCHAKARMA. Así que ando todo el día del ashram al hospital ( a unos 15 min andando), y mirando la hora para tomarme no sé qué medicina, que estoy tomando 6 diferentes, algunas 3 veces al día… Además de los complementos nutricionales lógicos cuando se hace un régimen en el que te quitan prácticamente de todo.

Solo puedo comer harina de mijo (ragi), un plato del sur de India que se llama Kitcheri, que es arroz basmati y una lenteja amarilla de aquí, cocinado con ghee ( suero de leche súper depurado y por lo visto sanísimo), agua de coco, vegetales ligeramente hervidos, salvo patatas, berenjenas y los derivados de la col ( repollo, coliflor, brócoli, esos no, que dan gases). Y algo de fruta. Ah, y una torta que llaman ghee rost, que es la del masala dosa ( plato típico de aquí, parecido a un crepe, con patata y pique), pues eso, pero sin el relleno, solo la torta. Me sabe deliciosa por las noches!

E infusiones, de tulsi ( albahaca especial), de gengibre, de cardanomo… Pero nada de té negro o excitantes. Tampoco pique, ni leche ni yogurt, ni trigo, ni verduras crudas, ni tubérculos, ni fritos, ni huevos, ni por supuesto carne o pescado. Estamos en Kerala, aquí la población es eminentemente vegana. Y tienen una salud formidable. Le pregunté a la enfermera del hospital, y me dijo que en su casa comen carne de pollo los domingos.

Total, que como pocas cosas, y aún así no tengo hambre. Estoy tomando como complemento vitamínico spirulina, que es un alga milagrosa de la que nunca había oído hablar, y whey, que básicamente es una proteína libre grasas, azúcares, etc. Con esas dos cosas, diez almendras crudas y tres dátiles al día, me mantengo muy energética.

Bueno, esto es todo lo que puedo ir contando. Aún tengo que ver los efectos de tanta comedura de tarro, que me he tenido que hacer hasta un esquema del día para no olvidar mis citas para los 4 tratamientos, mis pastillas, jarabes y complementes, y por supuesto, mi ocio! Que también hay! Tengo una rato de 5 a 6:30 pm, que es mío propio: me bajo a la playa y me uno al grupo de meditadores que hay esparcidos por las piedras del espigón y la arena. Es un momento maravilloso, a las 6:30 se pone el sol por el mar arábigo, y termina otro día en el ashram. Y ese es mi momento de mayor reflexión y recogimiento. Es mi momento de leer, de escribir, de pensar, de meditar…

 

Y me voy ahora mismo para allá, que ya me toca! Ah, pero antes de irme de la habitación, debo tomarme la merienda, el whey, la spirulina…

 

Varkala, 6 de marzo de 2016

Se acabó. Se terminó el PANCHAKARMA, el tratamiento en el hospital, y todas mis mágicas experiencias en AMRITAPURI. Decir que lo he pasado bien, o que ha sido placentero sería mentir. El sitio está ideado como un sitio sin comodidades, de recogimiento, que ofrece muchas actividades de apoyo para la reflexión y retiro: ofrece yoga, clases de meditación, tratamientos de ayurveda, barjans ( cantos comunitarios bellísimos antes de la cena), y por supuesto los abrazos de Amma.

 

• AMMA

Amma es la «madre», la guía espiritual de AMRITAPURI desde que se creó el ashram en los ochenta. Ella es el centro y la causa de todo. Para algunos, maestra espiritual. Para la mayoría, gurú, semidiosa, el pueblo, el único con legitimidad, le ha dado el título de «Mathama». Muchos la llaman mamá abrazo, porque es a través de éstos ( Darshan o bendición) como canaliza su energía hacia el pueblo. En su regazo les da confort, cariño y paz.

Hasta el día 3 ( dos antes de partir) no pude conocer a mamá abrazo, y darme el primer Darshan. Y he de decir que, tras esperar una organizadísima larga cola, y todo el boato y la empalagosa devoción a mi alrededor, me sentí algo decepcionada. No recibí la supuesta energía que ella emana, más bien me sentí en cierta forma agobiada entre sus dos fuertes brazos y el profundo olor a sándalo que despedía su sari. Me susurró unas palabras, pero me frustré porque no las entendí. Así que me fui a la playa ciertamente confundida. Y allí, en cierta forma, sucedió la magia. Llegó Diego, mi vecino francés y uno de los dos únicos amigos que he hecho estos días ( más bien pocos, solo dos, por voluntad propia, ahorro de energía …).
Ofreció quedarse un rato conmigo. Hablamos de temas trascendentales, hicimos una meditación compartida, vimos la puesta de sol, y le dijimos al mar las cosas que sentíamos, y las cosas que deseábamos para nuestra vida. Fue un momento muy memorable. Gracias Diego.

Lo increíble es que al día siguiente la magia volvió a repetirse, pero esta vez con Per, mi otro amigo, noruego, quien hace una cosa llamada método Rosen, que es algo así como una especie de fisioterapia que se centra en el movimiento de la energía y combinado con la respiración. Fue tras la meditación de Amma en la playa, que me vio y me llamó para despedirse, sabía que era mi último día allí. Caminamos, hablamos, meditamos, la vida volvió a regalarme una tarde memorable. Nos quedamos charlando hasta ya de noche en la playa. La temperatura era espectacular.

 

Si Amma tuvo o no que ver con estos dos momentos memorables, en los que sentí abrirse ventanas frente a mí, no puedo saberlo. En cualquier caso, se produjeron tras su abrazo.

Ayer, mi último día en el ashram, a contra reloj, antes de coger el taxi, me di mi segundo Darshan, ya más calmada, más receptiva, con mis canales más abiertos. He de confesar que me emocioné y salí de allí llorando como una niña.

 

• EL RESULTADO

Que si me noto algo tras tanto esfuerzo físico? Pues creo que más delgada estoy! Cuando llegue a casa me pesaré y sabré! Tras 14 días a base de una dieta purificadora, masajes drenanes, y otros tratamientos, el cuerpo se siente agradecido. La piel está suave, y tremendamente sensible ( la otra noche me picaron varios mosquitos y creí que me habían picado dragones…). No me han dejado bañarme tampoco, solo podía ducharme a cubazos en donde me daban los masajes, donde sí tenían agua caliente. Cuando he llegado a Varkala y he visto la ducha, la tapadera del váter nuevecita, y la cama, por poco no me salen dos lagrimones… No sabemos lo que tenemos!!

 

• SEVA (trabajo voluntario)

Por estar haciendo PANCHAKARMA, se supone que estoy libre de tener que hacer trabajos comunitarios. El PANCHAKARMA te deja debilitado, y eres propenso a enfermar. No ha sido éste mi caso, he estado muy saludable, quizás algo baja de energía en momentos puntuales, pero en general me he sentido estupendamente, sin dolor de cabeza, sin hinchazón en el estómago… Me he convencido de que la dieta vegana va conmigo, me sienta bien al cuerpo. Amén de los motivos más que justificados desde el punto de vista moral. Lo voy a intentar…

Bueno, sigo: Mangerie, una monja India jovencita, preciosa con su sari blanco impoluto y su piel morena, se me acerca una noche tras salir yo del templo de Kali, y me pide si puedo ayudarla con unos papeles. No me puedo negar, claro. Así que me lleva a sus habitaciones y me enseña una montaña de papeles en el suelo para ordenar, todos ellos recibos de pagos, de ingresos hechos a la ONG «embrazing the world», cuya sede está en el Ashram. Y allí que me veo noche tras noches, de 9:30 a 10:30 aprox, unos días ordenando, y otros numerando los recibí con un sello de esos con tinta, de la época de la tana…

Me dio qué pensar: esta ONG mueve millones de dólares, y solo usa personal voluntario, la gran mayoría, devotas monjas y monjes que consagran su vida por esta causa, y que tienes un respeto reverencial, casi divino (o no casi) , hacia Amma.

Desde el punto de vista de organización, es extraordinario el poder para hacer cosas que tiene este hecho. Tener una mano de obra gratuita totalmente entregada a la causa por motivos religiosos. Desde el punto de vista del derecho social, el trabajo de impresión, carga de documentos, sellado o, en otros campos, construcción de casas, incluida fabricación de ladrillos, agricultura, ganado, realización de material para venta, artesanía, y cientos de cosas más … Todo sin más remuneración que el placer de servir al ideal. ¿En qué categoría laboral entraría? Alguno podría pensar que raya la explotación, ya que estas almas no tienen otra cosa que esta vida monástica. Su misión es servir a Amma, esperar su abrazo, otear la valla de su casa, por si sale a meditar a la playa, oír sus bajans en sus iPods.

Pero visto desde otro ángulo, ¿qué ONG puede usar como materia prima la devoción incondicional de sus acólitos con el único fin de servir al prójimo? ¿La iglesia católica? No lo creo, quizás en otro tiempo sí, pero ya está demasiado secularizada. El tiempo ha permitido que se vaya infiltrando, hasta cierto punto, la modernidad. Esta estructura sin embargo es eminentemente personalista, y por supuesto antidemocrática. Se basa en una estructura totalmente piramidal, y su cúspide es considerada un ser supremo. Desde el punto de vista antropológico te traslada a sociedades antiguas, como las precolombinas. Es muy interesante, y en cierta forma, inquietante.

Desde el punto de vista de efectividad en la ayuda al necesitado, es cien por cien efectivo, no hay duda. Y de eso se trata, supongo.

 

• FINAL EN VARKALA

Le dije a mi médico, Dra Suseela, que me iba un día antes de AMRITAPURI para pasar mi última noche en Varkala. Me dijo que de ninguna manera, que no viniera a Varkala, que aquí solo había businessmen , que si venía , iba seguro a enfermar…

 

Ayer, mientras paseaba por la interminable playa de Varkala, cuyo acantilado de arena roja me recordó a Conil, solo que éste está cuajado de cocoteros, supe que había hecho muy bien en desobedecer a Suseela. Supe que era mi camino terminar aquí, dejar atrás la, en cierta manera, agobiante vida monástica, y relajarme ante el mar de arena dorada y el infinito Océano Índico. Pasear por los puestos llenos de preciosidades preciosísimas que me llevaría conmigo si no fuera porque no me caben. Supe que mi aprendizaje de este viaje es perseguir estar bien, estar bien siempre, desoír a la mente, que te lleva por tortuosos caminos, desoír a la melancolía, luchar contra la tristeza y los apegos, y seguir siempre el flujo de la vida, lo que de verdad te dicta el alma.