Esta entrada va sobre eso, hoteles y restaurante de nuestro viaje a Indonesia y Dubai. La recomiendo a interesados en la gastronomía exótica y en el diseño de interiores . El resto de los mortales podría aburrirse una mijita, aviso…

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Gran Sunset Resort, Gili Air

Hotelito muy acertado, pequeño pero con muchas comodidades, sobre todo la piscina, que sin ser grande, está en estupendo sitio frente al mar, y es muy bonita, de piedra caliza con escalones, y una barra lateral para tomar cervecitas o mojitos.

Las habitaciones son algo espartanas, pero la cama es cómoda, aunque no muy grande, y las sábanas gustosas.

No tiene nevera, pero sí caja fuerte y muchos enchufes. El baño es muy chulo, fuera, con el suelo de chinos y la ducha al aire libre. Algo indiscreto quizás, teniendo en cuenta que las habitaciones son contiguas.

El personal es muy atento.

De precio, lo cogimos con un mes de adelanto (menos mal, porque estaba completo) y creo que pagamos unos 60€/noche.

En Gili Air hay muchísima oferta, están haciendo hotelitos por todos lados.

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El restaurante Scracht at the Sun set Resort , en Gili Air, deja bastante que desear.

Nos pedimos una ensalada con manzana y queso azul, y fue bastante anodina, y el ceviche «east» era muy soso también. Mejoraron los platos principales, la hamburguesa australiana estaba rica, y el plato típico de Sumatra de ternera marinada en leche de coco también bien. Los coctails, de cinco raspado, al menos la piña colada y el bloody Mary ( tuve que pedir un segundo porque el primero era agua con ketchup). El margarita, algo mejor, pero mediocre.

El desayuno es también bastante flojito. Como para no repetir en el restaurante, por muy amables y serviciales que sean.

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Cena en el restaurante del hotel Waterfront, en Gili Air

La cena estuvo aceptable. Pedimos sopa Tom Yum (mi preferida) y la verdad es que me decepcionó un poquito, tenía demasiado pimiento rojo y verde, y poco de todo lo demás. El pollo a la Indonesia con anacardos, bastante decente, un 6 o 6,5. Nan pidió el salmón con pasta a l’alfredo y eso fue lo mejor de la cena.

Los postres, nada del otro mundo.

El sitio, agradable , frente al mar.

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Hotel 101 , Kuta, Bali

Cogimos una oferta last minute y nos costó 35€ la noche, con desayuno. No pensábamos volver a Kuta, pues es el infierno, pero era lo más práctico para viajar a Gili Air por la mañana temprano, en un shuttle ( recomendable el que venden en el hotel, muy formal la agencia).

El hotel es el típico de turistas de allí que buscan fiesta, piscina, música… Todo muy orientado a «ojo, si lo rompes, lo pagas». A saber la de historias q habrán vivido!

La habitación ( la pedimos alejada de la piscina, en la parte trasera, y planta 3), es bastante pequeña y mal iluminada, pero el colchón es bueno, tiene un baño cómodo y muchos enchufes. Además tiene caja fuerte.

Por lo que se paga ( o pagamos), es perfecta.

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Cena en restaurante Kori, Kuta, Bali

Fuimos siguiendo las indicaciones de Trip Advisor y no fue todo lo que esperábamos . El sitio es bonito, los puentecillos, las mesas bien puestas, el jardín, el servicio, todo muy nice, pero luego la comida no fue tan excepcional. Los calamares estaban ricos, sí, y la hamburguesa australiana también. El satay de pollo y ternera no es de los mejores. El postre, crema brulé de mango sobre bizcocho, bastante rico.

Lo malo fue que nos sentaron junto a la cocina y no parábamos de apestarnos con los satays que iban saliendo, humeantes.

En definitiva, no es de lo mejor, pero tampoco es malo. Un 6.

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The Mansion Baliwood Resort and Spa

Hemos entrado en el extraordinario mundo de los sueños orientales. Este hotel es la leche!

Se llama La Mansion, porque al parecer eso fue lo primero que se construyó, una enorme mansión con dos escaleras a cada lado del lobby, que me recuerdan a Tara, en lo que el viento de llevó.

Decir que The Mansion es bonito es quedárselo muy corto. El hotel tiene ese no se qué que siempre andamos buscando y no siempre encontramos. Personalidad. Como diría el «Hola», el hotel respira buen gusto en cada esquina. Cualquiera lo diría viendo las fotos de internet!. Yo fui con mucho recelo, tengo que confesarlo.

Al parecer, la familia que lo abrió, propietaria de la Mansión, era además dueña de una gran colección de piezas de arte, tanto pintura, como esculturas y antigüedades. En la planta de arriba de la Mansión, sobre el lobby, están expuestas muchas de esas obras. He flipado cuando he descubierto un Degas, un Paul Gauggain, y hasta un Chagall! Y muchos cuadros increíbles de autores seguro buenísimos que no conozco.

El jardín está lleno de esculturas de piedra con animales fantásticos sacadas probablemente de templos y edificios antiguos. De noche es onírico. Las piscinas son deliciosas, la de la salida del sol, azul, la del atardecer, de pizarra y piedra gris, y otras tres más pequeñas repartidas por esquinas del hotel. Amén de decenas de estanques por todos lados, parterres, pérgolas, lámparas, sombrillas y cientos de elementos decorativos que hacen de este jardín un placer para la vista.

La ampliación de la Mansion original es lo que se llama Baliwood, que nada tiene que ver con Boliwood, pese a lo parecido del nombre. Cuando al principio vi fotos del hotel pensé que podía ser un punto hortera, por aquello del uso de telas de colores por el jardín, etc. Sin embargo, una vez estás allí, ves que la combinación entre verde del frondoso jardín y las vaporosas telas es perfecta. Meter esculturas de shiva, e incluso máscaras de dragones balineses puede sonar un poco pasado de rosca, pero no! Se han arriesgado lo justo para hacerlo bonito y único!

Nos dieron una habitación superior, la Steelwood, y ha sido perfecta. Techo altísimo, a dos aguas, suelo de baldosa hidráulica gris, cama enorme con dosel y telas vaporosas a modo de cortinas, muebles de maderas incrustadas, otros de rafia, o de tipo colonial, un sofá, un sillón.

Y en cuanto al baño… de película, con una bañera ovalada de piedra caliza, suelo de cantos rodados con caminos de baldosas negras, ducha enorme al aire libre, y cuadros enormes de fotos en sepia con motivos balineses, que le daban total aspecto de balneario.

Por ponerle dos peguitas a la habitación: había poco sitio para guardar la ropa ( no había armario, sólo estructura a modo de perchero), y quizás, un poco pobre de iluminación. Pero en general, fantástica, cómoda, bonita y enorme : )
El desayuno, sin embargo, nada impresionante, no demasiado variado y con zumos de bote. Solo tres tipos de fruta y dos tipos de té, y no traen el café a la mesa. No todo puede ser perfecto!

Hicimos uso del spa, que decían que era de lo mejor. Cogimos un paquete de spa dos horas+ cena en la casa del árbol. Era nuestro 10 aniversario de bodas, y había que celebrarlo!

El spa estuvo muy bien, aunque no es el mejor al que hemos ido. (Tailandia, en este campo, sigue siendo la number one.)

La cena en el árbol fue muy especial. Lo llenaron de lucecitas, pusieron pétalos de rosa en el suelo, y tuvimos a un camarero toda la cena para nosotros subiendo y bajando platos del árbol, al sonido de una campanita. Una pijada total. Nos metimos completamente en la película : )

La cena estuvo bastante bien, aunque no excelente, le daría un 8. El entorno sí fue de 10!!!

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Cena en Swept Away by Samaya, Ubud, Bali

Esta cena fue la despedida de Bali. Quisimos haberla hecho la noche de nuestro aniversario, pero no había sitio, así que fuimos tres noches después.
IMPRESIONANTE
Para empezar, la comida es de 10. Empezamos pidiendo el cocktail del día y acerté de pleno, una bebida con triple seco, vodka y soda, con lemongrass, genjibre y cilantro, y lima fresca. Buenísima!!! Quiero más!!

El menú incluía varios platos, a cual más delicioso.

Empezaba con un amuse mouche ( pedante término francés que quiere decir aperitivo) que estaba de muerte: un cubo de sandía relleno de queso fetta mezclado con sal, pimienta y aceite de oliva, y tapado – el agujero donde iba el relleno- con perejil y albahaca. Riquísimo!

Continuaba con una ensalada de cerdo y gambas con mango y cacahuetes, y vinagreta de lima;

Sopa Laska de langosta con nigiri y huevas de salmón,

Escalope de yo no sé qué pescado que estaba deliciosísimo!!!

Y de postre pudding de manzana y canela, espectacular.

El sitio, en una terraza frente al río, en medio de un arrozal, con velas por todas partes – se preocupan de poner cada día más de 100 velitas entre las piedras del río, dando a aquello un efecto mágico.

No es de extrañar que esté numero 1 en trip advisor. Difícil de superar.

Bueno, esta fue nuestra cena despedida de este increíble viaje, así es que estuvo a la altura!!!

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Hotel Dusit Thani, Dubai

Bonito, sobre todo la habitación, muy espaciosa, con un baño amplio con bañera y ducha separados, y ventana comunicante con habitación ( eso me encanta). Comodísima cama, gustosas almohadas y edredón.

Servicio para té y café, nevera y caja fuerte. Armarios iluminados, con albornoces. Tele de plasma.

Pegas: no había zapatillas de cortesía ( supongo q por descuido).
El hall es muy amplio, y tiene muchos sillones agradables para esperar. Hay una cafetería muy chula de inspiración inglesa, que fotografié también.

La piscina en cubierta , no muy grande, no la disfrutamos, ni tampoco el gimnasio . Una pena, pero siempre hay poco tiempo!
El desayuno fue con diferencia, el mejor del viaje. Había muchísimas cosas, y todas de mucha calidad: zumos naturales, macedonia de frutas con menta, otras frutas, muesli, cereales de muchos tipos, quesos variados, platos indios, árabes, occidentales , y mucha variedad de bollería y panes. Excepcional !!! Lástima que no probamos el restaurante thai del hotel, que pintaba genial, pero teníamos q elegir entre eso y la excursión al desierto 😊