Yogyakarta y alrededores 

 

Borobudur

  
14 septiembre 17:04
Segundo día en Java, aterrizamos ayer en Semarang y cogimos un bus súper baratito que nos trajo a Yogyakarta. Eso nos dio la oportunidad de ver preciosos paisajes de volcanes y campos de arroz, estar cerca de la gente, atravesar poblaciones, y verle un poco las tripas a Java.
El precio del bus, 45.000 INR cada billete (menos de 3 euros, por 3 horas de viaje :)).
Yogyakarta es la capitán cultural de Java, y quizás de toda Indonesia. Tiene los dos conjuntos arqueológicos más importantes del país, el hinduista Prambanan, y el budista Borobudur, ambos imprescindibles.
Estancia en el hotel MELIÁ PUROSANI, que con una oferta de hace un par de meses ha salido unos 50€ la noche. El hotel muy bonito, clásico, algo anticuado quizás, pero con un hall y una piscina y jardines preciosos. La habitación muy cómoda, súper cama enorrrrme, buenos armarios, y ducha estupenda. Los trabajadores muy amables, aquí en Indonesia la gente es encantadora. Eso sí, el wifi ha ido muy mal todo el tiempo, tanto en la habitación como en las zonas comunes, por destacar el principal fallo que hemos visto.

 

Gran cristalera del hall Meliá Purasani

 

Piscina en Meliá Purasani

Cena en Restaurante CAFÉ LEGIAN

TOTAL 193.500 rupias

Pedimos sopa china de vegetales y bolas de gambas; rollito de primavera vegetal; fideos chinos con marisco; y un plato con pollo en salsa de coco, arroz, y otras cosas inidentificables pero muy ricas y picantes. Todo metido en un plato hecho con bambú. Y de postre compartimos plátano frito con helado de coco y ron caliente. La comida bastante buena. El postre espectacular.

 

Decoracion ecléptica del Café Legian

Durante el día de hoy, hemos visitado el palacio real (Kratón), que nos ha gustado mucho : las construcciones tradicionales, la cerámica holandesa y china, las vidrieras, las lámparas italianas, y las fotos de todos los sultanes anteriores y de la familia real. Bellísima también la música clásica javanesa que han interpretado los músicos y coros de mujeres en dos de los jardines.

 

Kiosko de la música

 

Música tradicional y danza javanesa

 

Kratón o palacios del sultán

Mujeres nobles javanesas ataviadas con batik

Hemos ido también a Taman Sari, el llamado Palacio del agua, lugar donde al parecer el sultán disfrutaba de los mundanos placeres prohibidos, alejado de palacio. El lugar, con un pasado tan opulento, sus piscinas y patios frondosos, bien podría ser escenario de un capítulo de Juego de tronos.

 

Taman Sari o Palacio del agua

Después, paseo por el mercado. No es el mejor mercado al que hemos ido, la verdad, aunque para comprar batik dicen que está bien de precio. Lo más curioso, la cantidad de puestecitos de comida alrededor. En uno de ellos hemos comido, jugándonos, tal vez no la vida, pero sí una buena digestión…

 

Mercado Yogyakarta

Noodles y pollo en un puesto callejero

 

Por la tarde, visita a Prambanan, conjunto de templos hindúes del SIX D.C. Nos han encantado, recordado mucho a los que hemos visto en otros viajes a India y a Tailandia. Distintos edificios dedicados a los tres dioses más importantes hindúes, Shiva, Brahma y Visnú. Nos han hecho de guía un grupo de tres niñas que estaban estudiando para hacerse guías turísticas. Tendrían unos 17 años, y han sido estupendas. Sobre todo nos hemos reído mucho con ellas.

 

Imponente Prambanan



Taxi ida y vuelta a las ruinas (que estaban a unos 45 minutos de Yogyakarta), 250.000 rupias con propina incluida (unos 16€). Y entradas , 225.000 cada una ( unos 14€).

Cena en Meliá Purosani

Ufff, decepcionante el bufé del restaurante del Meliá. Hemos pagado carísimo, 440.000 rupias, unos 27€, más de 10 veces lo que nos costó hoy almorzar en el mercado, (en un puestecito de la calle, claro, jugando a la ruleta rusa…). Con pocos platos que elegir, y los postres, terribles!. Dos puddings anodinos, una especie de golosina negra y verde viscosa en una cuchara, y un mazapán insulso. Y lo que parecían las sobras de la sandía y el melón del desayuno. Very dissapointing.

Había también la opción de cenar en el restaurante chino del hotel, probablemente hubiera sido más acertado.

15 septiembre 10:21, Yogyakarta

Visita a las ruinas de Borobudur, al amanecer. Espectacular monumento budista del SVIII, que está construido con terrazas concéntricas en forma de sagrado mandala, representando el universo interior y exterior, y cómo perfeccionar el alma hasta llegar al paraíso budista, el nirvana. Está repleto de relieves que explican el viaje espiritual, la vida de budha, y de otros sutras importantes para el budismo. Hay 10 niveles, uno por terraza. Conforme se sube se van mostrando estados cada vez más elevados de experiencia iluminada. Cada nivel es una etapa hacia la perfección, siendo los tres últimos los que contienen los budas de piedra y las famosas estupas campaniformes tan características y fotogénicas.

 

Borobudur, 4:45 AM

 

Amanece en Borobudur

Hemos llegado allí a las 4:30, y el amanecer ha sido aproximadamente a las 5:20. Espectacular, las ruinas despertando, el sol saliendo tras el volcán, la bruma del valle, las palmeras… El enclave es privilegiado, y con razón ha sido declarado Patrimonio de la humanidad. Se gastaron una fortuna en los años 80 para reconstruir las ruinas y asegurar sus cimientos. Y ahora está muy protegido. Incluso les obligan a customizar las antenas de móvil en palmeras, es genial.

 

Imponente enclave entre montañas

En Borobudur se congregan, una vez al año, miles de representantes de todas las tradiciones del budismo, haciendo una peregrinación comunitaria hacia la cima del monumento. Se hace cuando es luna llena en mayo, conmemorando el nacimiento de Budha, y su muerte a los 80 años. Esta ceremonia debe ser espectacular!. También se puede hacer individualmente en cualquier día del año, se llama «el pradaksina», recorriendo el monumento en círculos ascendentes y en el sentido de las agujas del reloj, hasta alcanzar la cúspide, la purificación.


He tratado de abstraerme de los numerosos turistas, para conectar con la espiritualidad del sitio. He tratado de sentir mi respiración, de estar ahí al 100%. Ha sido todo un reto.

 

Buda meditativo

 

Relieve de Buda iluminado bajo el árbol de Bodhi

Nos vamos de aquí con sensación de que esta región, también llamada «el jardín de Java» por sus preciosos paisajes verdes, bien merecería una visita más larga. Para la próxima vez, tal vez!

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